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La concejalía de cooperación al desarrollo

1. Un mundo global lleno de retos

1.1. Un contexto mundial de crisis superpuestas

Antes de hablar de la cooperación en sí, hay que situarse en el contexto internacional en que se desarrolla. Hay un consenso cada vez más generalizado sobre la insostenibilidad del modelo de desarrollo global actual y las consecuencias desastrosas que tiene en todo el mundo. Se trata de un modelo socioeconómico que entra en conflicto con los límites biofísicos de nuestro planeta y niega los derechos, el bienestar y una vida digna a una parte importante de la población mundial.



No podemos resolver una crisis sin tratarla como tal. Debemos dejar los combustibles fósiles bajo tierra y tenemos que centrarnos en la equidad. Y si las soluciones dentro del sistema son tan imposibles de encontrar, quizá tendríamos que cambiar el mismo sistema.

Greta Thunberg, activista por el clima. Discurso en la COP24, diciembre de 2018.

La crisis sanitaria global de la covid-19 ha mostrado, con contundencia, el agotamiento del paradigma de desarrollo actual. Pero ya hacía tiempo que se observaba el impacto perjudicial de numerosas dinámicas globales en los municipios, como la deslocalización de la industria, la sobreexplotación de los recursos naturales, el terrorismo, las crisis humanitarias que provocan las guerras o las migraciones forzadas.

A continuación se apuntan diferentes tendencias y transformaciones que marcan el contexto mundial actual y que piden nuevas respuestas:

  • Amenazas de colapso ambiental por la acidificación de océanos, la deforestación y la desertificación, la extinción de especies y la amenaza civilizatoria que supone el calentamiento global.
  • Desigualdades crecientes entre personas, colectivos y territorios en cada país y concentración de poder en una élite global. El mundo ya no se explica a partir de la brecha norte-sur, sino de “sures” y “nortes” que atraviesan los territorios.
  • Difusión y cambio de naturaleza del poder. Emergen nuevos actores transnacionalizados: multinacionales, gobiernos subnacionales, movimientos sociales, operadores financieros e inversores. Se cuestiona el estado nación como actor principal.
  • Desterritorialización de procesos económicos y sociales (financiarización, deslocalización, digitalización, liberalización del comercio, homogeneización de ajustes macroeconómicos).
  • Impacto de problemáticas globales en el ámbito local (agotamiento de recursos, salud pública, presión migratoria, precarización laboral, exclusión, concentración de propiedad y capturas de poder).
  • Interdependencias entre múltiples actores, territorios y recursos más allá de fronteras políticas. Los fenómenos políticos, económicos, sociales y ambientales que se producen en un territorio contribuyen a fenómenos globales que acaban por tener impacto en otros territorios del mundo.

Sabías que…

¿El 10% de la población acumula el 76% de la riqueza global, mientras que la mitad más pobre de la población solo posee el 2%?

Estos son datos del Informe sobre la desigualdad mundial de 2022.

Este recurso pretende poner en relación este contexto de cambios con la cooperación. La amplitud y la complejidad de los retos, lejos de trascender la actuación de los gobiernos locales y los actores del territorio, son un llamamiento a una acción colectiva global de carácter cooperativo y multinivel.

1.2. Las interdependencias y las implicaciones en el ámbito local. La relación global-local

Las políticas locales no son ajenas a las tendencias transnacionales y globales. Lo son en parte en la medida que contribuyen a configurarlas y sufren las consecuencias. Si a escala global tenemos una emergencia climática es consecuencia, en parte, de la emisión de gases de efecto invernadero desde las ciudades (se estima que un 75% provienen de estas emisiones). Del mismo modo, si en el ámbito local tenemos retos, como por ejemplo la contaminación del aire, la carencia de acceso a la vivienda o la precariedad laboral, estos problemas se deben al modelo energético global, a la especulación con la vivienda en los mercados financieros o a una economía desregularizada y deslocalizada por los tratados de comercio internacionales. Por eso la interdependencia y la corresponsabilidad son conceptos clave en la cooperación que se desarrolla en el ámbito local.

Preguntas que deben definir las políticas municipales desde esta relación global-local

  • ¿El municipio sufre las consecuencias negativas de dinámicas que traspasan fronteras (la presión migratoria, el cambio climático, la liberalización del comercio…)? ¿Cuáles?
  • ¿La ciudadanía del municipio es consciente de las interdependencias que se establecen entre su vida cotidiana y las dinámicas globales? Por ejemplo, ¿entre el modelo de movilidad o los patrones de consumo y el cambio climático?
  • ¿El municipio genera impactos negativos en otros territorios del mundo por el modelo de movilidad, la actividad económica, el sistema alimentario…? ¿Y el ayuntamiento, por ejemplo, a través de la gestión de residuos o la compra pública? Si no se sabe, ¿cómo se podría disponer de esta información? ¿A través de entidades especializadas, encargando un estudio?
  • ¿Cuáles son los agentes más importantes en el territorio municipal (centros educativos, empresas, movimientos…) a la hora de hacer frente a estas dinámicas local-global?
  • ¿Qué herramientas tiene el ayuntamiento (políticas de gestión de residuos, de movilidad, de educación, incorporación de criterios de sostenibilidad en las licitaciones públicas…) para contribuir al desarrollo sostenible global?

No se trata solo de ampliar y añadir “problemas nuevos” al listado de problemas que siempre se han tratado desde la cooperación, como el hambre, la pobreza o el acceso a la educación. Más bien hay que alejarse del enfoque más tradicional basado en la relación donante-receptor y transitar hacia una visión más transversal y transformadora del desarrollo.

Aun así, todavía estamos lejos de conseguir un reconocimiento social amplio de las interdependencias globales. Actualmente se observan reacciones políticas que se resisten a aceptarlas y proponen discursos y prácticas basadas en la diferenciación y en las fronteras nacionales. Y es aquí donde la cooperación internacional y la educación para la ciudadanía global, en particular, tienen un papel clave.

En resumen

Más que nunca, los ámbitos local y global se encuentran fuertemente vinculados. Es una responsabilidad y una oportunidad diseñar y ejecutar las acciones en el territorio pensando en el bienestar propio, pero también en el conjunto de la humanidad.

1.3. Las agendas internacionales del desarrollo

Hace años que los actores de la cooperación local, nacional y global intentan establecer un nuevo paradigma de desarrollo sostenible caracterizado por respuestas cooperativas a las emergencias ecológicas, económicas y sociales. En un futuro que ya ha comenzado, el progreso se mide, no con el crecimiento del PIB, sino con la combinación de justicia, respeto medioambiental y acceso universal a los derechos económicos y sociales.

Sabías que…

Las Naciones Unidas definieron, en la Declaración de la Cumbre de la Tierra de 1992, el desarrollo sostenible como “un desarrollo que satisface las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades de las generaciones futuras para que puedan atender sus propias necesidades”.

El desarrollo sostenible se persigue dentro del marco de varios acuerdos que hacen los estados a través de las Naciones Unidas, como la Agenda 2030 o el Acuerdo de París sobre el cambio climático. Los gobiernos locales y subestatales aportaron su experiencia y propuestas a los procesos de consulta sobre los contenidos de estos acuerdos mediante sus asociaciones y redes internacionales.

Las ciudades son el lugar donde se ganará o se perderá la batalla contra el cambio climático.

António Guterres, secretario general de las Naciones Unidas. Discurso en la Cumbre Mundial de Alcaldes C40 en Copenhague, octubre de 2019.

La Agenda 2030 y los objetivos de desarrollo sostenible (ODS)

La Agenda 2030, aprobada en 2015 por la ONU, define 17 objetivos de desarrollo sostenible (ODS) destinados a mejorar el bienestar y progreso en cinco esferas clave: las personas, el planeta, la prosperidad, la paz y las alianzas.

Esta agenda, de carácter universal e integral, busca comprometer a la comunidad internacional, incluyendo los gobiernos locales como entes corresponsables del desarrollo sostenible de su territorio, en ámbitos como el hambre, la salud, la educación, la igualdad de género, el crecimiento económico, el medio ambiente y el trabajo. Cada ODS incluye diferentes hitos (en total son 169) que contribuyen a su cumplimiento.

La cooperación internacional al desarrollo es uno de los ámbitos que ha obtenido más eco y presencia por parte de actores no estatales. La incorporación del objetivo de desarrollo sostenible 11 a la Agenda 2030, específicamente dedicado a las ciudades, es una buena muestra. El enfoque multinivel que asume la Agenda 2030 reconoce la importancia de los actores locales, con independencia de su dimensión y sus capacidades, en respuesta a los problemas de la sociedad.

A diferencia de agendas anteriores, la Agenda 2030 pone el foco en los actores locales como parte de la acción colectiva global.

Se recomienda ver el vídeo Aprendiendo sobre el ODS 11, de la United Cities and Local Governments (CGLU):

¿Qué pueden hacer los municipios para contribuir a la Agenda 2030?

La adopción de la Agenda 2030 puede ser una pieza importante de las políticas de cooperación de los gobiernos locales, puesto que permite vincular las problemáticas globales con las respuestas locales. Dicho esto, la Agenda 2030 no es una receta ni una hoja de ruta detallada que permita ser adoptada mecánicamente. Hace falta que cada administración la adapte a su contexto local, priorizando los retos y aprovechando las oportunidades que brinda el territorio. Este proceso se conoce como localización de los objetivos de desarrollo.

Una adopción transformadora de la Agenda 2030 planteará cuestiones centrales para las políticas municipales en su conjunto y obligará a revisarlas con una mirada de sostenibilidad global.

Para saber más

Para profundizar en estos temas, puede consultarse:

1.4. Los gobiernos locales en el escenario internacional

“¿Qué tiene que ver el ayuntamiento en la cooperación al desarrollo?”. Esta es probablemente una pregunta recurrente a la cual se enfrentan los titulares de la cartera de cooperación al desarrollo. Todo el mundo sabe que la gestión de residuos o el urbanismo son competencias municipales propias… pero ¿la cooperación y la acción internacional también lo son?

Es cierto que los estados son el sujeto principal del orden jurídico internacional y que, además del peso que tienen por sí mismos, se articulan a través de organismos multilaterales como las Naciones Unidas, la OCDE o la Unión Europea, entre otros. No obstante, los gobiernos subnacionales también juegan, en el escenario global, y lo hacen con un reconocimiento que no para de crecer.

Los municipios españoles tienen una larga trayectoria de acción internacional, muy especialmente en el ámbito de la cooperación al desarrollo, campo en el que han trabajado de la mano de los actores sociales del territorio.

Los porqués de la cooperación municipal: un argumento básico

  1. Por solidaridad. Desde principios de los años noventa hay un compromiso solidario por parte de los municipios con los países más desfavorecidos, en respuesta a las demandas de la sociedad civil movilizada. Este compromiso ético y democrático con la solidaridad es una de las razones fundacionales de la cooperación al desarrollo, a pesar de que no es la única.
  2. Por corresponsabilidad. Muchas de las problemáticas globales que se materializan con especial crudeza en otros países tienen sus orígenes en los patrones de desarrollo de sociedades como la nuestra. Es decir, que aunque no nos afectaran, somos corresponsables y nos tendríamos que implicar en la búsqueda de soluciones.
  3. Para situarnos en el mapa internacional. La cooperación no deja de ser un instrumento de proyección internacional de los municipios, capaz de potenciar la actividad local en diferentes materias y de promocionar el municipio en los ámbitos económico, cultural y turístico. A modo de ejemplo, las políticas de acogida de personas migradas pueden abrevarse del conocimiento generado por las relaciones de cooperación con sus territorios de origen. Del mismo modo, los partenariados internacionales entre universidades y empresas pueden impulsar la innovación y el tejido económico, o los proyectos de cooperación en el terreno cultural pueden dar a conocer los actores y productos culturales más allá de sus fronteras.
  4. Para generar alianzas locales. La cooperación representa una oportunidad para aglutinar agentes de diferentes sectores (universidades, hospitales, escuelas, tejido comercial, artistas locales…) y establecer nuevas relaciones de confianza y respeto mutuo. Las coaliciones locales creadas entre la administración pública, el sector privado y el tercer sector en torno a proyectos de cooperación pueden ser el punto de partida de nuevas iniciativas locales, y sacar provecho del trabajo en red y los intercambios de conocimiento e ideas que circulan.
  5. Para aprender a gestionar mejor. La cooperación no es un proceso unidireccional entre “donante” y “beneficiario”. Al contrario, la cooperación, cuando es horizontal y recíproca, permite el intercambio de experiencias y el aprendizaje continuo entre administraciones locales sobre la elaboración y ejecución de políticas locales.
  6. Para mejorar la convivencia. La cooperación tiene un rol pedagógico cuando los municipios llevan a cabo en su territorio acciones de sensibilización y educación para la ciudadanía global con el objetivo de crear una sociedad más solidaria, crítica, cívica y pacífica.
  7. Por necesidad. Vivimos en un mundo globalizado donde fenómenos como el colapso del ecosistema, los movimientos migratorios o el retroceso de la democracia y la paz generan impactos negativos que no respetan fronteras. Estos fenómenos amenazan la seguridad y el bienestar en todo el mundo, tanto da donde se viva. Por lo tanto, hay que contribuir a los esfuerzos que se hacen desde todos los ámbitos de gobierno para construir un mundo más justo y sostenible.

Se recomienda la lectura de Las razones de la cooperación. Guía para la defensa de la cooperación al desarrollo de los municipios. Informe elaborado por Miquel Carrillo - Fons Català de Cooperació, con el soporte de la Diputación de Barcelona y del Ayuntamiento de Barcelona.

En las últimas décadas, los gobiernos locales han adquirido un mayor peso en los espacios y los procesos internacionales. Varios factores explican este hecho, como el creciente peso en términos de población y economía de las zonas urbanas o la necesidad de dar respuesta al crecimiento de las desigualdades internas y territoriales en los países. Pero este reconocimiento se ha producido gracias, sobre todo, al trabajo de incidencia política que han hecho los mismos gobiernos locales a través de sus asociaciones y redes internacionales, mediante las cuales han puesto en valor su tarea y han hecho sentir su voz en los procesos de consulta y de decisión internacionales.

Para saber más

Las principales redes municipalistas internacionales:

  • Ciudades y Gobiernos Locales Unidos (CGLU): es la principal red generalista. Representa a asociaciones nacionales y gobiernos locales y regionales de todos los continentes.
  • El Consejo de Municipios y Regiones de Europa (CEMR): agrupa a las asociaciones nacionales de gobiernos locales y regionales de 40 países europeos que representan todos los ámbitos territoriales. Como sección europea de CGLU, representa a los europeos a escala global.
  • Platforma: rred europea de cooperación descentralizada. Impulsa los Días Europeos de la Solidaridad Local.
  • Red de Alcaldes y Alcaldesas por la Paz: esta red se compone en la actualidad de más de 8.000 ciudades de 166 países que tienen por objetivo trabajar en favor de la paz, el desarme y, especialmente, en la eliminación total de las armas nucleares. Con el fin de promover una agenda de acción de Alcaldes por la Paz para Europa y respaldar el papel de los gobiernos locales en la construcción de sociedades más pacíficas, los gobiernos locales miembros europeos se reagruparon y decidieron establecer un Capítulo Europeo de Alcaldes por la Paz. La presidencia y la secretaría técnica del Capítulo Europeo las ostenta el Ayuntamiento de Granollers.