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La concejalía de cooperación al desarrollo

6. Instrumentos de la política de cooperación

En este apartado se trata con más detalle cómo se pueden aprovechar diferentes instrumentos y herramientas para hacer políticas de cooperación que sean realmente efectivas y transformadoras.

6.1. Cooperación directa o cooperación delegada

Para responder a las demandas ciudadanas del movimiento del 0,7% de los años noventa, los gobiernos locales se encontraron ante dos alternativas principales:

  1. Hacer cooperación directa desde la institución municipal con los municipios con los que estaba vinculada por unas relaciones ya establecidas de hermanamiento.
  2. Financiar las acciones de las ONGD locales.

La segunda opción fue la que se adoptó mayoritariamente y confirió al ayuntamiento un papel de financiador de la cooperación no gubernamental. En la mayoría de los municipios medianos y grandes, el ayuntamiento lanzó una convocatoria de proyectos dirigida a las ONGD con presencia en el municipio y esta fórmula drenó la mayor parte de los recursos municipales destinados a la cooperación.

Se trataba, por tanto, de una cooperación indirecta, en la que la institución pública delegaba a las ONGD la concepción y realización de las acciones. Esta misma fórmula se aplicó posteriormente a la sensibilización, y se hizo una convocatoria específica de proyectos de sensibilización dirigida también a las entidades no gubernamentales del municipio.

A lo largo del tiempo, los gobiernos locales empezaron a manifestar la necesidad de que el ayuntamiento había de plantearse realmente construir y aplicar una política pública propia en el campo de la cooperación, de la misma manera que la institución local define y pone en marcha políticas públicas locales en los otros campos de competencia. Poco a poco se fue tomando conciencia de la especificidad de la cooperación. Se avanzó, pues, hacia una cooperación directa.

Hay que tener en cuenta que esta cooperación directa no se reduce a un cambio de titularidad. El punto más importante es el cambio de contenido que se deduce del hecho de pasar de una cooperación delegada y concebida como un apoyo a los grupos solidarios del municipio, a una cooperación pensada desde la lógica pública e integrada dentro del conjunto de las políticas públicas locales.

En general podemos decir que es una cooperación con determinadas características:

  • Cooperación que supone un vínculo institucional a medio o largo plazo entre instituciones públicas locales del norte y del sur.
  • Cooperación centrada en los temas principales de la agenda local y en la que el ayuntamiento se implica como agente y no simplemente para financiar iniciativas.
  • Cooperación orientada hacia un fortalecimiento mutuo de las capacidades de las instituciones locales y una mejora de las políticas públicas locales, no tanto en la cobertura de necesidades básicas de grupos de población.
  • Cooperación integral, que implica toda la estructura municipal y que deja de ser un concepto sectorial de asistencia internacional.
  • Cooperación “de ciudad” en que el ayuntamiento tiene un papel determinante, pero en la que participan activamente las organizaciones y los agentes locales.
  • Cooperación inscrita en una práctica de participación democrática, que da lugar a una implicación directa de la ciudadanía en la elaboración, seguimiento y evaluación de la cooperación.



La cooperación directa es la promovida y dirigida desde la institución municipal, y expresa la especificidad y el valor diferencial de la cooperación pública local.

6.2. La cooperación entre territorios

La cooperación entre municipios y territorios de diferentes países es aquella relación de trabajo que se establece para alcanzar objetivos de desarrollo consensuados.

La cooperación descentralizada, aunque a menudo implica la transferencia de recursos, no se limita a esto. Su naturaleza es más estratégica. Se trata de una relación que privilegia el diálogo y la colaboración, y dispone de un potencial de movilización y transformación. Una de las principales riquezas de la cooperación descentralizada es que constituye un espacio que propicia los intercambios técnicos en torno a las políticas públicas y que a menudo se enmarcan en un acuerdo institucional más amplio.

En función de aquello que se transfiere y el objeto de la relación de cooperación, hay dos tipos de cooperación:

El objetivo de la cooperación técnica consiste en la transferencia de conocimientos técnicos entre los gobiernos locales socios de dos o más países. La base de esta cooperación radica principalmente en procesos formativos o de acompañamiento sobre políticas y servicios de competencia municipal desarrollados por personal técnico de los municipios.

La cooperación técnica es una de las modalidades más características de la cooperación municipal con la que los municipios pueden aportar su valor diferencial. Permite explorar las potencialidades de la cooperación descentralizada en la medida en que se basa en el aprendizaje entre actores e instituciones que comparten problemáticas.

Los temas en que puede establecerse una relación de cooperación técnica entre municipios o territorios abarcan todos los aspectos de la vida local. Destacan los siguientes:

  • Fortalecimiento institucional y descentralización: estos aspectos tienen que ver con la esencia de la administración local, tanto en relación con la organización de su estructura como con los procedimientos de trabajo. Se aborda, por ejemplo, la planificación estratégica, la profesionalización del servicio público, la mejora de la atención ciudadana o la participación ciudadana.
  • Servicios básicos: incluyen el intercambio de experiencias y asistencia técnica para proyectos en materia de agua y saneamiento, salud, tratamiento de residuos, transporte público, seguridad pública, desarrollo urbano sostenible, etc.
  • Políticas sociales: incluyen temas como la educación, las políticas de desarrollo local para la creación de ocupación, la promoción de la igualdad de género, la lucha contra las discriminaciones, el respeto a la diversidad, etc.

El proyecto EqualMED está impulsado por la Diputación de Barcelona. Nace con el objetivo principal de contribuir a la inclusión de la perspectiva de género en las políticas públicas locales en Marruecos y, en particular, promover la participación política de las mujeres en la esfera local. Participan 17 municipios de la provincia de Barcelona y 14 comunes marroquíes.

JUSUR es una actuación de cooperación en red liderada por cinco municipios del Baix Llobregat (Esplugues de Llobregat, Gavà, Sant Joan Despí, Sant Vicenç del Horts y Viladecans), diez comunes de la región de Marrakech-Safi (Marruecos) y la entidad marroquí IMADEL (Instituto Marroquí para el Desarrollo Local), que cuenta con el apoyo de la Diputación de Barcelona.

La relación entre los gobiernos locales de ambos territorios se inició el año 2011 con la finalidad de compartir experiencias en la definición e implementación de las políticas locales de proximidad y las políticas sociales. A lo largo de estos años se han llevado a cabo diversos procesos de formación e intercambios técnicos y políticos para compartir buenas prácticas y experiencias de éxito. La última fase del proyecto se focalizó en la promoción de la igualdad de oportunidades en el ciclo de vida de las mujeres.

En resumen

La cooperación directa presenta grandes potencialidades, no solo porque establece un diálogo directo y horizontal entre gobiernos locales, sino porque puede implicar diversos agentes del territorio, hecho que da lugar a un marco de relación más amplio y diverso de cooperación territorial.

La cooperación directa se acostumbra a llevar a cabo por medio de la cooperación técnica, una de las modalidades de cooperación más características de la cooperación municipal a través de la cual los municipios aportan su valor diferencial.

6.3. Pautas para diseñar una estrategia de ECG

Como hemos visto, la ECG es la modalidad de trabajo que nos invita a pensar qué cambios queremos impulsar en nuestros municipios para contribuir a un mundo más justo, pacífico y sostenible. Para hacerlo de manera realista y transformadora, conviene llevar a cabo las acciones siguientes:

  1. Tomar la realidad del municipio como punto de partida. ¿Con qué actores se cuenta para hacer ECG? ¿Qué temas preocupan o interesan a la población? ¿Qué grado de conocimiento y participación hay? ¿En qué ámbitos es más evidente la conexión global-local en el municipio? ¿Qué experiencias ya existen y podemos aprovechar?
  2. Identificar qué objetivos queremos alcanzar. ¿Qué cambios queremos impulsar en términos de conocimientos, capacidad crítica, empatía, comportamientos de la ciudadanía? ¿En qué grupos de población? ¿Son objetivos realistas con el tiempo y los recursos de que se dispone?
  3. Programar actuaciones orientadas a estos objetivos. Concertar con los agentes iniciativas que acerquen nuevos conocimientos y miradas, que estimulen el pensamiento crítico, que motiven a la participación y propongan alternativas.
  4. Hacer seguimiento de los cambios e introducir mejoras. Conocer la valoración que hacen los agentes y la ciudadanía de las actuaciones que se proponen y valorar si permiten avanzar en los objetivos.

Para saber como planificar esta disciplina con más detalle se puede consultar el documento Pautas para planificar la educación para la ciudadania global.

Recuerda

La ECG enriquece y empodera a la ciudadanía de pueblos y ciudades en favor de los derechos humanos, la paz y el desarrollo sostenible. Debe formar parte de los valores y las acciones de la estrategia de ciudad.

El liderazgo del ayuntamiento en la ECG facilita llegar al conjunto de la ciudadanía y que otras concejalías puedan incorporar estos contenidos para que sean parte del proyecto de ciudad. También permite implicar más a los actores locales y capitalizar los aprendizajes para superar las acciones puntuales y aisladas.

Hay muchas líneas de actuación posibles en función de la realidad del municipio y los objetivos que se fijen. A continuación se destacan algunas:

Pueden estar dirigidas a toda la población o a públicos concretos.

Ejemplo


Cada año, ayuntamientos de la provincia de Barcelona aprovechan el Día Mundial de Comercio Justo en el mes de marzo para impulsar una campaña comunicativa y programar actividades de promoción del comercio justo y el consumo responsable. Lo hacen con el apoyo de una entidad especializada, LaCoordi, y en muchos casos de manera conjunta entre las concejalías de cooperación y comercio.


Mediante catálogos de actividades, con el impulso de proyectos de aprendizaje o con el trabajo directo con los claustros, los ayuntamientos acercan contenidos de ECG a los centros educativos en colaboración con las organizaciones del consejo u otras especializadas.

Ejemplo


En el mes de enero, muchos ayuntamientos trabajan conjuntamente con los centros de primaria y secundaria de sus municipios para organizar actividades de promoción de paz en el marco del Día Escolar de la No Violencia y la Paz.

[+ info]


Con la finalidad de llegar a un público más amplio y no sensibilizado, el ayuntamiento puede organizar directamente o apoyar a alguna entidad para que organice actividades que lleven a la ECG al espacio público, como exposiciones guiadas en la calle o montajes teatrales sobre derechos humanos, refugio, etc.

Ejemplo


MURS, una reproducción de la valla de Melilla, es una acción de calle para sensibilizar sobre las consecuencias de la militarización de fronteras, la construcción de muros en las fronteras por todo el mundo y, especialmente, de la construcción de la Europa fortaleza.

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También se puede hacer, de manera coordinada con la concejalía de cultura, que los contenidos de ECG estén presentes en acontecimientos relevantes del municipio que ocupen el espacio público, como festivales de música, cine, etc.

Para aquellas personas o actores interesados en profundizar en una temática o que pueden convertirse en multiplicadores, el ayuntamiento puede ofrecer formación más extensa, en formatos que se adapten a las especificidades locales y que motiven a los participantes.

Ejemplo


Ocho ayuntamientos de la provincia de Barcelona participan en un proyecto de LaFede.cat a través del cual ofrecen formación y acompañamiento a entidades locales que quieren incorporar contenidos de ECG en sus actuaciones.

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Más allá de la sensibilización y la formación, también se pueden impulsar iniciativas que interpelen a la ciudadanía y la impliquen en la respuesta a los retos que plantea la ECG, como concursos de ideas o canales de diálogo con la ciudadanía.



Las diferentes actuaciones han de enmarcarse en líneas de trabajo estables para superar la lógica de programación de actividades e impulsar procesos de cambio en la ciudadanía.

6.4. La acción humanitaria y de emergencia

La acción humanitaria es la asistencia diseñada para salvar vidas, aligerar el sufrimiento humano y mantener y proteger la dignidad humana amenazada por desastres causados por catástrofes naturales, conflictos o guerras. Se rige por cuatro principios:

  • Principio de humanidad.
  • Principio de imparcialidad.
  • Principio de neutralidad.
  • Principio de independencia.

Este concepto comprende la ayuda humanitaria y de emergencia, que responde a las situaciones de urgencia inmediata, y suele tener un marco temporal más limitado, normalmente de hasta 6 o, como máximo, 12 meses. En cambio, la acción humanitaria comprende una acción más prolongada y empieza después de haberse realizado la ayuda de emergencia.

La acción humanitaria y de emergencia acostumbra a ser la menos dotada económicamente por los gobiernos locales, a pesar de que la práctica totalidad de los municipios la incorpora como línea prioritaria en sus marcos de planificación y le dedica recursos. Por la naturaleza y complejidad de las actuaciones de acción humanitaria, la gran mayoría contribuye por medio de la aportación a organizaciones supramunicipales con más capacidad de gestión y reacción ante las crisis.

A pesar de que muchas veces se utilizan los términos acción humanitaria y ayuda humanitaria y de emergencia de manera indistinta, la acción humanitaria tiene un carácter más amplio y el objetivo de plantear el diseño y despliegue de estrategias integrales a más largo plazo.

Además de la provisión de bienes y servicios básicos para la subsistencia, comprende, sobre todo en contextos de conflicto, la protección de las víctimas y sus derechos fundamentales mediante trabajos como la defensa de los derechos humanos (advocacy), el testimonio, la denuncia, la presión política (lobby) y el acompañamiento.

6.5. Lobby, incidencia y diplomacia municipal

Se trata de una forma de trabajo que puede ejercerse de manera individual o a través de redes internacionales en ámbitos diversos, como la paz, los derechos humanos, pero también en la cooperación descentralizada, la seguridad humana y en la definición de las agendas globales. Puede ser relevante en la mejora de la descentralización, la gestión de los asuntos locales y el fortalecimiento institucional y el apoderamiento mutuo. Por tanto, la cooperación descentralizada no se reduce a mantener relaciones bilaterales o a hermanamientos, sino que su acción sobrepasa el ámbito local y se globaliza mediante la capacidad conjunta de posicionarse, negociar e incidir sobre diferentes temáticas ante otros agentes, en procesos que hasta ahora se trataban en el ámbito estatal.

El Comité de las Regiones definió la diplomacia de ciudades como “el instrumento por medio del cual los gobiernos locales y sus órganos pueden fomentar a escala mundial la cohesión social, el medio ambiente sostenible, la prevención de las crisis, la resolución de conflictos, así como la labor de reconstrucción después de los conflictos, y todo ello con el objetivo de crear un entorno estable en el cual los ciudadanos y las ciudadanas puedan coexistir en paz, en un clima de democracia, progreso y prosperidad”.

6.6. Los instrumentos de actuación

Los principales instrumentos utilizados por los gobiernos locales para desplegar su política de cooperación son los siguientes:

Se trata del establecimiento de vínculos directos de solidaridad entre dos municipios en el ámbito de la cooperación internacional (a diferencia de los hermanamientos de tipo cultural y de amistad entre pueblos), con vocación de continuidad en el tiempo, que puede derivar en diversas formas de trabajo horizontal y de intercambio con diferentes intensidades.

Además de los vínculos institucionales, este tipo de instrumento promueve un acercamiento entre las respectivas comunidades. Precisamente, las primeras relaciones de cooperación internacional que se produjeron después de la Segunda Guerra Mundial adoptaron la modalidad de hermanamientos. Durante los años ochenta y noventa surgieron muchos hermanamientos-cooperación entre pueblos y ciudades españolas con otros principalmente de América Latina y el norte de África. Si bien algunos, con el paso del tiempo y los cambios políticos, han quedado obsoletos, otros todavía perduran después de algunas décadas de relación.

El proyecto, el instrumento más utilizado en la cooperación descentralizada, se caracteriza por un ciclo de intervención muy determinado en el tiempo y en el espacio. Se trata de un conjunto de actividades articuladas entre sí y de unos medios dirigidos a la consecución de un objetivo (satisfacción de una necesidad o resolución de un problema).

De una manera ideal, los proyectos se enmarcan en programas más amplios temporal y presupuestariamente que contribuyen a objetivos más generales.

Aunque las redes municipales son agentes en sí mismas, también pueden ser un instrumento. En el caso de las redes, estas las forman gobiernos locales que persiguen los mismos objetivos y mantienen relaciones horizontales sin jerarquía. Tienen su relevancia por motivos de gobernanza multinivel, ya que articulan la voz del ámbito local a la hora de incidir y negociar a favor de sus intereses; y porque favorecen la coordinación, la colaboración, el intercambio de experiencias y de información, y el fortalecimiento mutuo.

Además, las redes contribuyen a una mayor eficiencia y racionalidad en favorecer una mejor economía de escala y, a diferencia de las relaciones bilaterales (o los hermanamientos), presentan más flexibilidad y dinamismo y más capacidad de adaptación e impacto.

En esta categoría se incluyen aquellos instrumentos producto de la innovación y la capacidad de adaptación propia de la cooperación descentralizada, que por ahora no se encuentran definidos por los organismos internacionales, como los viajes de turismo responsable, las becas y la acogida en períodos de vacaciones de niños y niñas vulnerables de otros países.

Asimismo, se incluyen en este apartado instrumentos para la promoción de la coherencia de políticas para al desarrollo sostenible, como la compra pública ética y sostenible, destinada a modificar los pliegos de condiciones mediante la incorporación de criterios sociales y ambientales por delante del precio.