La definición de cooperación descentralizada ha ido evolucionando y modificándose en las últimas décadas, pero no ha logrado un consenso por parte de los diferentes actores implicados en su desarrollo. En este módulo se pretende delimitarla con una propuesta propia y una nomenclatura única para poder manejarse en el conjunto de este curso.
Esta propuesta conceptual sobre cooperación descentralizada ha ido evolucionando adquiriendo valor y legitimidad y se ha ido a adaptando a los retos que plantea el contexto actual y las agendas globales. La base de la propuesta sobre cooperación descentralizada parte de un cambio de paradigma sobre la cooperación que aporta la propia naturaleza de sus actores, los gobiernos locales y que permite ofrecer una mirada mucho más igualitaria, horizontal y simétrica, alejándose del paradigma de lucha contra la pobreza y la asimetría del modelo asistencial Norte-Sur y donante-receptor.
Asimismo, se muestran las limitaciones legales e institucionales que aún existen en la mayoría de países europeos y latinoamericanos y que todavía plantea una cierta inseguridad jurídica que hay que solventar.
Los marcos institucionales ayudan muchas veces a concretar e incluso a estimular las acciones locales y el abanico de posibilidades que se abre ante ellos es muy amplio. Sin embargo, a menudo todavía existe una brecha entre la teoría y la práctica, y suele ocurrir que algunas actividades de cooperación descentralizada no forman parte de una estrategia política coherente con el modelo de ciudad y su plan de gobierno, que incluya además una mirada territorial.
Los desafíos globales a los que habrá que hacer frente en un futuro próximo marcan sin duda la agenda internacional de todos los países y también de la cooperación descentralizada que se lleva a cabo desde los gobiernos locales y regionales.